miércoles, 26 de noviembre de 2008

Arquitectura asturiana y mozárabe



Mientras que al sur de la frontera delimitada por el río Duero y los confines de los valles pirenaicos se desarrollaba el mundo islámico, pequeños núcleos cristianos se mantenían o nacían en las estribaciones montañosas de la península Ibérica.
Ya se trate de zonas resistenciales o residuales –que no interesan a los conquistadores – todas ellas son cristianas. Mantienen contacto entre sí y con el Imperio carolingio y practican un arte tanto sagrado como profano.
La arquitectura asturiana tiene reminiscencias visigóticas e influencias carolingias. Se mantiene la planta basilical y, en general, la cubierta plana; se empobrece el aparejo, que es irregular y pequeño; se usan más los pilares que las columnas. Santa María del Naranco, en Asturias, fue una residencia palaciega, consagrada más tarde al culto. Presenta bóveda de cañón con fajones y contrafuertes estructurales y arcos ciegos.
A partir del siglo IX, gentes cristianas asentadas en territorio andalusí emigran hacia el norte; el arte que producen al asentarse en la zona cristiana se denomina mozárabe o de repoblación. Tiene elementos visigodos, asturianos y musulmanes. San Miguel de la Escalada (León) es prototípico y al tiempo original por tener un pórtico adosado a uno de los lados.

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